La casa de los espíritus

En La casa de los espíritus (1982), Isabel Allende consigue recrear literariamente parte de la historia de Chile, desde principios del siglo XX hasta bien entrado el golpe militar de septiembre de 1973. A pesar de la evidente semejanza con ciertos tópicos y aún con personajes atribuibles a la ingeniería novelesca de García Márquez en sus inolvidables Cien años de soledad (1967), la hábil narradora chilena termina consolidando un estilo propio, alimentado por un torrente inagotable de fantasía natural para crear personajes y circunstancias que guardan esa dosis indispensable de relación literaria con la realidad que se busca retratar. Así, los personajes de la novela representan a los más variados sectores de nuestra sociedad, al mismo tiempo que adquieren la fisonomía y los rasgos propios de los personajes novelescos capaces de sobrevivir en el imaginario del lector a perpetuidad.
La novela, sin retruécanos ni yuxtaposiciones da cuenta de la historia de una familia perteneciente a un segmento de la oligarquía chilena venida a menos, pero que gracias a un golpe de fortuna y perseverancia consigue recuperar su feudalismo, dinero y potestad. El peso de la historia descansa en la vida personal de Esteban Trueba, quien de ser hijo de madre viuda, arruinada y enferma terminal, pasa a convertirse en minero y latifundista rico. Posteriormente, como suele ser el recorrido natural de los hombres adinerados por estas tierras, llegará a ocupar un escaño en el Senado de la República, con todas las características de los políticos conservadores chilenos de mediados de siglo, reaccionarios y fieros, marcados con el sello de un anticomunismo acérrimo.

 

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Tema: La casa de los espíritus

Libro

Fecha: 11.06.2012 | Autor: Nicole

La verdad... solo leí el libro... nunca pude ver la película...
buen blog!
saludos!

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